lunes, 23 de abril de 2012

Capitulo 16

Marcos
Levanto la cabeza cuando noto que algo choca con mi pie. En frente del banco hay una niña de unos cinco años con una pelota en la mano y una gran sonrisa
-Lo siento - dice, y me doy cuenta de que lo que me ha golpeado el pie ha sido la pelota que tiene en la mano.
Sonrío y niego con la cabeza.
-No pasa nada- le digo y espero a que se vaya, pero ella no lo hace, sigue allí con su sonrisa y mirándome como si me quisiera decir algo- ¿Necesitas algo?- tal vez esté perdida y no encuentre a su madre...
-Mmmm... no... yo solo... es que parecías triste y he pensado que tal vez es porque estás solo y quería decirte que si quieres puedes jugar conmigo...
Sonrío, ojalá estuviera triste porque nadie quiere jugar conmigo así todo sería más fácil pero como le explico a esta niña que hay cosas más importantes y que pueden hacerte mucho más daño que no tener a nadie con quién jugar.
- Es que... me he dado cuenta de que tengo dos mamas pero una ya no está y no sé que hacer y también sé que tengo dos papás y a uno ni siquiera lo conozco y...-paro, al darme cuenta de que le estoy contando mi vida a una niña pequeña que no conozco de nada.
-Pues yo creo que tendrías que visitar a tú papá y que tienes suerte de tener dos papás porque yo al mio lo quiero mucho y tener dos sería mucho mejor- me dice como si fuera lo más obvio del mundo.

Y en ese momento tomo una decisión, iré a visitarlo, quiero conocerlo y quiero que me hable de mi madre, quiero que me diga cómo era, lo que le gustaba y lo que no, qué tipo de música escuchaba y qué comida era su preferida...
Pero antes tengo que hablar con Gemma y Lucas porque esto cambiará mi vida pero también la suya.
-Gracias- le digo a la niña, que me ha ayudado a tomar la decisión sin darse cuenta.
-Oye...-dice y luego se sonroja- ¿quieres jugar conmigo? es que mientras que estaba hablando contigo mis amigos se han ido y no quiero jugar sola
-Vale, jugaré contigo- y es que se lo debo y además me servirá para relajarme.
-Bien,¡ vamos a jugar al escondite! ¡tú te la quedas!
Y con estas corre a esconderse en los columpios, yo suspiro, me siento en el banco y cierro los ojos.
-Uno, dos, tres, cuatro...

Teresa 
Mi madre y yo cruzamos una mirada preocupada.
- Teresa... ¿seguro que no sabes nada? nunca he visto a tu hermana tan angustiada.
Niego con la cabeza.
-No... no me ha querido decir nada. Yo creo que es mejor que la dejemos y hablemos con ella mañana cuando esté más calmada y tal vez así nos cuente algo...
- Tienes razón- dice, luego se acerca y me da un beso en la frente- vete a la cama cariño
-Vale, buenas noches.
Salgo del cuarto de baño y me encierro en  mi habitación, me apoyo contra la puerta y suspiro. No sé lo que está pasando pero estoy segura de que tiene que ver con ese tal Raúl.
Pero no sé que le ha podido pasar para estar tan triste, pero seguro que es algo grave. Me dirijo a mi cama y me acuesto justo cuando el sueño está llegando oigo como la puerta se abre y Lucía aparece en el hueco de la puerta y se dirige a la cama.
Le hago un sitio y le dejo entrar bajo las sabanas como cuando eramos más pequeñas y cuando tenía miedo iba a su cama y me acostaba con ella hasta que se pasaba el miedo.
Me sonríe y yo le doy un abrazo.
-¿Estás bien?
Ella asiente con la cabeza pero no dice nada
-Teresa...-dice al rato- mañana te tengo que contar una cosa, necesito tu ayuda...
Buenas noches...
-Buenas noches Lucía


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