sábado, 10 de marzo de 2012

Capitulo 12

Marcos
Miré  Gemma y sonreí.
- Lo sé y lo siento, debí haberme dado cuenta antes... me he encerrado en mí mismo y no me he dado cuenta de que tú también estarías pasándolo mal... lo siento.
Ella me sonríe, es esa sonrisa la que hace que me dé cuenta de que quiero la quiero muchísimo ella es mi madre pase lo que pase y sí, sé que esa carta cambiará mi vida pero sé que quiero a mis padres en mi vida, siempre, y da igual que las cosas cambien ellos me han cuidado y se han preocupado por mí, no se merecen que los haga sufrir
-No pasa nada...-  veo como su expresión se relaja y por primera desde que esta carta entró en nuestra vida la veo feliz y tranquila- sé que es duro para ti, yo he estado presionándote para que abras la carta, lo siento, abre la cuando estés preparado  y no olvides que tu padre y yo estaremos a tu lado- su voz se quebró-siempre ¿vale?
-Sí... mamá.- su sonrisa se ensanchó- y... no quiero ofenderte pero como sigas trasteando el ordenador, no creo que consigas ahorrarle trabajo a papá o tal vez sí... si lo rompes papá solo tendrá que preocuparse por tirarlo y no tendrá que calentarse la cabeza para averiguar como funciona- le digo bromeando
Ella niega con la cabeza y sonríe.
-Já já que gracioso...- dice revolviéndome el pelo con la mano- bueno pues como según tú el ordenador está en peligro en mis manos, que te parece si tú miras como funciona, yo hago la cena y luego más tarde me lo explicas
-Perfecto- digo sonriendo otra vez.
Ella se levanta y me da un beso en la mejilla.
-Por cierto... - dice cuando ya está al lado de la puerta para ir a la cocina- quién es esa chica que te ha acompañado hoy casa.
La miro perplejo y decido hacerme el tonto.
- Mmm... no sé de quién me hablas...- digo, ella se ríe
-Seguro...- dice y luego abandona la habitación con una sonrisa en su cara.
Esa es la Gemma que conozco desde siempre , mi madre, me alegro de que ya estemos mejor, de todas formas me apetece regalarle algo, además me apetece estar con Teresa y mientras pienso esto me concentro en la pantalla del ordenador sin que la sonrisa se borre de mi cara.

Teresa
-¡Aquí está!- grité.
Ella vino corriendo y me arrancó el teléfono de la mano- gracias- dijo. Me dedicó una pequeña sonrisa y luego subió las escaleras marcando un número de teléfono y se encerró en su habitación.
Suspiré , tenía curiosidad por saber quién era ese tal Raúl ¿Sería su novio? si es que como ella nunca me cuenta nada... de repente se me ocurrió una idea, si ella no me contaba nada tendría que averiguarlo por mí misma.
Subí las escaleras despacio con cuidado de no hacer ruido y me acerqué a su habitación, pegue la oreja a la puerta y oí a mi hermana hablar, por su tono parecía disgustada me acerqué más a la puerta y contuve la respiración mientras intentaba escuchar la conversación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario